Desde este santuario se tiene una panorámica que impresiona durante todo el año, pero especialmente el 29 de junio, día que se celebra en la famosa Batalla del Vino.
Desde esta afilada cresta se ve como el Ebro entra en La Rioja y atraviesa las Conchas de Haro, un canal natural que el Ebro ha ido creando a su paso que serpentea entre los viñedos. La ermita se alza sobre los riscos de Bilibio, a seis kilómetros al norte de Haro, donde primero hubo un castillo romano y luego, a finales del siglo V, se retiró el ermitaño San Felices, cuya sobria efigie en piedra corona el cerro, y su discípulo San Millán. Más cerca del cielo no podían estar.
Hay lugares como este que deberían verse por lo menos una vez en la vida porque, por mucho que la gente hable de ellos e intente trasladar su belleza, hasta que no se visitan y se viven en primera persona, no se entiende el encanto que reside en ellos.
La prestigiosa guía Repsol nombró este enclave como el mejor Rincón de España en 2014. Gracias a una enorme participación de los jarreros, se consiguió lograr este merecido reconocimiento para este lugar con vistas privilegiadas, que cada vez atrae a más visitantes.
Autor fotografía: Roberto Martínez (CC BY-NC-ND 2.0)
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